El efecto compuesto | Beneficia de él

Tiene ya varios meses que dejé de lado la escritura de artículos. Por un lado, fue época de vacaciones y preferí disfrutar de éste periodo para descansar un poco. Por otro lado, la verdadera razón por la que dejé de escribir es por que me dí cuenta de lo difícil que es de publicar regularmente tanto en YouTube como estos artículos. Así que momentáneamente, decidí privilegiar la vía de los videos y poner en pausa este tipo de redacciones. Estoy trabajando en mis rutinas, y me gustaría retomar esta vía de comunicación.

Hoy quiero compartir contigo sobre un concepto que Einstein consideraba como la octava maravilla del mundo, y en lo personal, es uno de los conceptos que más ha revolucionado mi vida en estos últimos años. Este concepto es el efecto compuesto.

Me sorprende ver que el efecto compuesto se pueda aplicar a tantas áreas. No sólo me ha ayudado con mi disciplina, mis finanzas, mi salud, mi autoestima, mis conocimientos y mis competencias, también me ha ayudado a disfrutar mucho más mi vida de forma general. Eso sí, se necesita de mucha paciencia, de mucho tiempo y de tener mucha confianza en nuestras elecciones. Pero aplicar este concepto es de las decisiones que más me han generado un impacto positivo. En este artículo me gustaría explicarte en qué consiste el efecto compuesto y cómo puedes aplicarlo.

La primera vez que me topé con este concepto es cuando estaba investigando cómo mejorar mis finanzas. En este contexto, el efecto compuesto se puede entender a partir de los intereses. Puede ser positivo si hablamos de inversiones, pero también puede ser negativo si consideramos una deuda. Veamos un ejemplo del lado positivo. Imaginemos que tenemos una inversión que nos brinda un 10% anual. Y vamos a imaginar también que invertimos 1000$. Sabemos que 10% de 1000 es 100 así que al final del año, gracias a esta inversión, tendremos 1100$. ¿Y que es lo que obtenemos al final de nuestro segundo año? ¿1200$? No, esta respuesta es incorrecta. En realidad al final del segundo año tendremos 1210$.
¿Pero de donde salen eso 10$ extras? Pues nuestro rendimiento de 10% se aplica a nuestro total cumulado. Al final del segundo año nuestro total es de 1100$ y no 1000$. Esto quiere decir que el 10% de interés se aplica a nuestros 1100$, lo que resulta en 110$, dando un total al final del segundo año de 1210$.
La magia del efecto compuesto se basa en estos pequeños extras. Al principio puede parecer insignificante. Pero imagina el cúmulo de estos extras con el tiempo. Esos pequeños extras van a dar a sus vez más pequeños extras y esto se va repitiendo y creciendo año tras año. Lo que parece insignificante al principio se transforma en un crecimiento exponencial.

En esta imagen vemos que el resultado de una inversión de 1000$ a 10% anual durante 30 años. Podemos ver que el crecimiento se vuelve cada vez más grande conforme pasan los años. Al final de los 30 años, la inversión inicial de 1000$ se multiplica más de 17 veces.En esta imagen vemos que el resultado de una inversión de 1000\$ a 10% anual durante 30 años. Podemos ver que el crecimiento se vuelve cada vez más grande conforme pasan los años. Al final de los 30 años, la inversión inicial de 1000\$ se multiplica más de 17 veces.

Lo que me parece muy curioso, es que entre más investigo sobre cómo mejorar las diferentes áreas de mi vida como mi salud o mi canal de YouTube por ejemplo, más me doy cuenta que el efecto compuesto no sólo se aplica a las finanzas. Esto es verdad, sobre todo cuando empezamos a interesarnos a nuestros hábitos. Se dice que nuestra vida de hoy, es el resultado de nuestros hábitos pasados. Como en el ejemplo de la inversión y la deuda, todos tenemos hábitos que nos permiten mejorar con el tiempo, pero también hábitos, que nos hacen estancar. Es precisamente esta idea en la que se basa el excelente libro Atomic Habits. En su libro, James Clear nos explica de una manera muy interesante y convincente, de la importancia de trabajar en nuestros hábitos. No de una manera drástica que termina muy seguido en el abandono de nuestras buenas resoluciones. Cuántas veces no me he dicho que quiero perder peso y aplico sesiones muy intensas de deporte y dietas muy estrictas. Estas buenas resoluciones duran por lo general algunas semanas. Y sí tienen un efecto rápido y notable, pero son muy difíciles de mantener a largo plazo. Al cabo de un corto periodo de estar comprometidos, pasa que fallemos un día con nuestras nuevas rutinas, y después fallamos otro día, y entonces la motivación desaparece, perdemos la inercia, y acabamos frustrados y con el sentimiento de que no tenemos fuerza de voluntad.
En Atomic Habits, se nos explica que una de las mejores formas de beneficiar del efecto compuesto en nuestro hábitos y rutinas, es de comprometerse a aportar pequeñas mejores cotidianas. Pequeñas mejoras día con día, que a corto plazo pueden parecer insignificantes. Pero que si mantenemos a largo plazo, pueden acumularse para transformarse en resultados impactantes.
Esto es lo que trato de aplicar en mi día a día, por ejemplo en el caso de mi salud, no trato de cambiar por completo mi alimentación o mis rutinas de deporte. Más bien trato de mejorar poco a poco la manera en la que me alimento. En lugar de desayunar todos lo días un pequeño pastelito, trato de comerme una fruta. En lugar de hacer 2 horas de deporte todos los días, trato de caminar un poco más que lo habitual todos los días. Una vez que las nuevos hábitos positivos se van anclando en mis rutinas con el tiempo, es más fácil aplicar otros pequeños cambios. Y así poco a poco, producir nuestro crecimiento exponencial.
Por eso es que mencionaba al principio del artículo que se necesita mucha paciencia y tiempo. Pero si confiamos en que estamos avanzando poco a poco en una dirección positiva, haciendo pequeñas mejoras día con día, ten por seguro que podrás tú también beneficiar de este efecto que como decía, se le ha catalogado como la 8a maravilla del mundo.

Así que ¿cuáles son las pequeñas mejoras que quieres implementar?